martes, 26 de julio de 2011

20 de Julio 1810 Batalla de Boyacá

20 de julio de 1810


Respecto al 20 de Julio de 1810, fecha que conmemora el grito de independencia de la Nueva Granada, en la actual Colombia, vamos a tomar detalles pintorescos.
Por ejemplo, habían ciertas consignas y lemas en boga durante estos tiempos, como: “Se obedece, pero no se cumple”. Los encomenderos rechazaban la política de la monarquía española a favor de los indios.
“Viva el Rey, muera el mal gobierno”.
Se considera como célebre también la respuesta que dio José Gonzáles Llorente a los criollos el 20 de Julio de 1810, cuando le solicitaron un florero para adornar la mesa en el festejo a Antonio Villavicencio, comisionado del Consejo de Regencia de España: “me cago en Villavicencio y en todos los americanos”.
No menos sempiternas son estas líneas de la arenga dada por José Acevedo y Gómez, al pueblo de Santafé en el cabildo abierto de ese 20 de Julio: “Si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, ved los calabozos, los grillos y las cadenas que os esperan”.
Traigamos a colación también que en el acta de ese 20 de Julio se consignó el principio de “los derechos imprescriptibles de la soberanía del pueblo”. Dejaba claro así mismo que solo entregaría el gobierno de la Nueva Granada al rey de España Fernando VII, “siempre y cuando venga a reinar entre nosotros”.
En todo caso el movimiento popular de 1810, impuso una Junta Suprema de gobierno, compuesta por criollos (españoles nacidos en América) que depuso al virrey y a la Real Audiencia. Esta junta al comienzo estaba presidida por el virrey y proclamó fidelidad a Fernando VII. Lo importante del movimiento de Santafé es que no se hizo contra las autoridades locales, como sí lo hicieron los movimientos de Cartagena, Pamplona y Socorro; su objetivo fue rebelarse contra las máximas autoridades coloniales de la Nueva Granada. 

Ver también Chisperos,  Historia de Colombia 1819-1821 y 20 de Julio. Todo el movimiento de 1810 giró en torno a los cabildos y la decisión indomable de los criollos de independizarse. Todo empieza por provincia y solo en última instancia explota en la capital. El 22 de mayo de 1810 el cabildo de Cartagena establece una Junta de Gobierno en nombre del rey Fernando VII. El 14 de Junio el movimiento revolucionario en Cartagena depone al gobernador Francisco Montes. El influjo revolucionario prosiguió en Cali el 3 de junio de 1810; pasa luego a Pamplona, donde el 4 de julio María Águeda de Villamizar, hija de esa ciudad, desposee del bastón de mando al corregidor Juan Bastús y Falla quien fue desplazado en sus labores por la Junta de Gobierno. El 10 de Julio de 1810, la provincia del Socorro también reemplaza al corregidor, en este caso José Valdés Posada.
Ahora , si hemos de ser justos, podemos ver el germen revolucionario ya desde el 20 de noviembre de 1809 cuando Camilo Torres redacta la “Representación del Cabildo de Santafé”, conocida como el Memorial de Agravios, donde los criollos defienden el derecho de ellos, como españoles americanos a participar en el gobierno, a tener igualdad de condiciones con los demás súbditos de la Corona. El segundo lapso de esta Revolución la podemos rastrear en Caracas, 19 de Abril de 1810, cuando los criollos emancipados y reunidos en cabildo abierto, deponen al capitán general Vicente Emparán, nombran una Junta Suprema dirigida por el canónigo Madarriaga. De igual manera en Buenos Aires, el 25 de mayo de 1810, se impone la Junta de Mayo presidida por Cornelio Saavedra.
Chapetón de genio colérico y dueño de un almacén en la esquina de la plaza. La histórica reyerta se da sobre las 12 del día. Después de esa frase de grueso calibre que la turba repitió hasta exaltar los ánimos…tenían ánimos de linchar al señor Llorente pero la gestión de José Moledo impidió tales desmanes…luego, poco a poco se oyen gritos de “Cabildo abierto”. 6 y media de la tarde. Desde las iglesias y los campanarios se convoca a la población. Líderes como don José María Carbonell corrían de sitio en sitio convocando personal…El virrey Amar y Borbón da permiso para instituir el Cabildo extraordinario. Fue nombrado para presidirlo el mismo virrey y como vicepresidente don José Miguel Pey.
Ya el 19 de Julio los criollos se habían reunido en el Observatorio Astronómico: Camilo Torres, Francisco José de Caldas, Joaquín Camacho, José Acevedo y Gómez, José María Carbonell y otros. Escogieron el siguiente día, día de mercado, para dar un golpe de opinión. La disculpa predilecta fue el famoso préstamo del florero, para adornar la casa de las señoritas Santamaría donde se haría la recepción. En el acta revolucionaria del 20 de julio de 1810 se dictamina que el nuevo gobierno quedaba sujeto a la Suprema junta de Regencia “ínterin exista en la Península”. El 26 de Julio de 1810 la Junta Suprema del Reino se declara independiente del Consejo de Regencia y se deponen a todos los antiguos funcionarios del antiguo gobierno.
Gutiérrez Cely Eugenio y Urrego Ardila Miguel Ángel. 1001 cosas sobre la historia de Colombia que todos debemos saber. Círculo de lectores. Intermedio Editores, Santafé de Bogotá Colombia 1995.
OCAMPO LOPEZ JAVIER. El proceso político, militar y social de la Independencia. En Nueva Historia de Colombia 2. Era Republicana. Planeta colombiana Editorial S. A., Santafé de Bogotá 1989-1998.

Material bajado de la página:
http://www.colombiablog.info/2008/06/20-de-julio-de-1810.html

BATALLA DE BOYACÁ



El siete de agosto de 1819 es la célebre batalla de Boyacá, que selló la independencia de La Nueva Granada (Colombia). Ya dimos la versión de los hechos, digamos la oficial. Ahora contemos lo sucedido desde la óptica de los derrotados españoles:
7 de agosto de 1819. “Al amanecer de este día se observó que los enemigos mantenían solo un corto número de tropas sobre la ermita de Chiquinquirá.
La división se puso en marcha a las tres y media de la madrugada, dirigiéndose por el páramo y por la dirección a caer por la espalda de la sierra de Tunja al punto del puente de Boyacá, y que se halla situado sobre el camino real de Santa Fe.
A las dos de la tarde llegó la división sobre la vista de dicho punto.
El comandante general mandó avanzase el primer batallón del Rey sobre la casa de postas, situada en el camino real (sin duda con objeto de, si daban tiempo los rebeldes, pasar la división el puente y tomar el camino real de Ventaquemada, que presentaba posiciones ventajosas).
La columna de vanguardia tomó la altura que se le había mandado, cuando se vio atacada por otra columna enemiga de mayor fuerza y con fuertes guerrillas. El comandante general, luego observó que todas las fuerzas enemigas se hallaban en aquel punto, mandó a la vanguardia se replegase a la casa de postas. Mandó también al primer batallón del Rey sostuviese a la vanguardia, que se hallaba atacada por todas las fuerzas enemigas, y también mandó tomar posición a los cuerpos segundo de Numancia, reserva y artillería.
Luego que la vanguardia bajó de la altura, se mandó reunir sobre la posición, lo mismo que el primer batallón del Rey.
Los rebeldes se dirigieron con sus ataques a estos cuerpos que marchaban a situarse sobre la posición mandada; pero, siendo la vanguardia la más atacada, no teniendo otro paso que el puente, pasó al otro lado con la compañía de flanqueadores de Dragones.
El Primer batallón del Rey se situó en la posición, como los demás cuerpos. La posición militar que ocupaba la división lo era una loma poco elevada, situada a la izquierda del camino real de Tunja, sobre la casa de postas situada en la inmediación del Puente de Boyacá. Sobre el frente de nuestra posición seguía un terreno desigual de pequeñas lomas, que las formaba un terreno quebrado, hasta el pie de una elevadísima montaña que ocupaban los enemigos, de la cual dirigían sus ataques.
A nuestro flanco derecho se hallaba una profunda quebrada y a nuestro izquierdo lo era una elevada y prolongada altura.
Nuestra línea la formaban: nuestro flanco derecho con una compañía del segundo de Numancia, situada en una pequeña elevación sobre la derecha del camino que se dirige al puente; seguía el segundo batallón de Numancia en columna cerrada; seguía la reserva en columna cerrada y, a su izquierda, el primer batallón del Rey en la propia forma.
A la izquierda de todos se hallaba la compañía de caballería de granaderos de Dragones, y media compañía de infantería del Rey en guerrillas.
Los frentes de todas las columnas y flancos se hallaban sostenidos por guerrillas que, más o menos, según las circunstancias, se mandaron situar por el comandante general.
A la derecha del segundo de Numancia, se hallaban situados dos cañones. La caballería se hallaba situada a retaguardia en una loma.
La acción dio principio a las dos y minutos de la tarde. Los enemigos se dirigieron con tres columnas sobre nuestra posición y con fuertes guerrillas por todas direcciones.
Nuestras fuerzas permanecían con la mayor firmeza y el fuego era vivo y sostenido por nuestras compañías en guerrillas.
Los enemigos adelantaron una compañía cerrada sobre el batallón de Numancia y dos escuadrones de caballería que, a cubierto del monte habían bajado y reunido a retaguardia de la infantería.
El comandante general mandó al segundo batallón de Numancia que, luego que los enemigos se aproximasen, les cargasen a la bayoneta hasta ponerlos en fuga.
La columna enemiga se hallaba a distancia poco más de medio tiro de fusil del segundo de Numancia, cuando los dos escuadrones enemigos se presentaron y dirigieron al trote sobre los cañones (el de a cuatro se hallaba desmontado).
A la vista de esta carga, nuestras columnas de infantería se desordenaron, a cuyo movimiento los enemigos cargaron, siguiéndose una dispersión de nuestra tropa y fuga, que la fuerza y esmero de muchos buenos oficiales no pudieron contener.
Un escuadrón de caballería del enemigo se dirigió sobre nuestra izquierda y otro cargó sobre los cañones.
La tercera y quinta compañías de Dragones de Granada cargaron sobre un escuadrón enemigo, pero apenas llegaron al crítico momento del choque, volvieron caras y tomaron la fuga nuestra caballería.
Los enemigos rompieron por nuestra infantería desordenada y hacían víctimas y particularmente a todos los oficiales que alcanzaban.
Este fue el resultado de la acción del 7, que acabó poco después de las cuatro y media de la tarde.
La tropa dispersa, así de infantería como de caballería, en pelotones, tomó diversas direcciones, según la situación que a cada uno le cogió en este desgraciado momento.
En esta misma tarde, sobre el pueblo de Samacá, yendo perseguidos por los enemigos, se reunieron el teniente coronel don Juan Loño, comandante del tercero de Numancia; el de igual clase de Dragones don Esteban Díaz, y varios oficiales y soldados, con el jefe del estado mayor, teniente coronel don Sebastián Díaz. Se hizo cargo del mando de esta tropa el teniente coronel don Juan Loño.
Todos los caminos de la izquierda estaban tomados por los enemigos, por lo que fue preciso dirigirse por la derecha, tomando el de Chiquinquirá.

material bajado de la página:
http://www.colombiablog.info/2008/07/batalla-de-boyaca.html


1 comentario:

  1. es un buen tema y tiene un buen diseño , me párese que tiene muy buena información y es muy divertido el vídeo

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